Me ha propuesto el director de este medio que deje por una vez mi visión pesimista de la política; que deje de hablar de Guillermo, de Alberto, de Oscar y de otros temas menores y que proponga algo útil a la sociedad, algo que enseñe y anime.

Empeñado en el asunto, me acuartelé este fin de semana, apagué el celular y me negué a recibir bocado hasta que pudiera cranearme algo, que al gusto del director ayudara al prójimo a hacer mejor su vida y he aquí mi aporte.
Dejo a consideración de ustedes quienes me escuchan, que espero que sean muchos para el gusto del director, gerente y propietario de esta emisora, un curso de derecho disciplinario para alcaldes, gobernadores, diputados, concejales, inspectores, auxiliares de servicios generales y funcionarios de todos los pelambres.

La ventaja del curso que aquí les dejo, es que dura exactamente tres minutos y garantiza a quien siga sus enseñanzas que sin importar el tamaño del adefesio, crimen u holocausto del que usted sea culpable, podrá salir indemne, sano y salvo e incluso puede ser promovido a mejores destinos, pudiendo llegar a ser hasta Gerente del Ibal, de manera que el Alcalde lo pueda tratar de imbécil en la plaza pública a todo pulmón y con todos los honores.

Eso si, el compromiso de impunidad que promete mi curso solo es efectivo, si quien adopta sus enseñanzas lo hace a pie juntillas, sin escatimar esfuerzo en hacer al pie de la letra lo que en segundos le haré saber, para que pueda pasar con todo éxito invisible, al injusto escrutinio de la procuraduría, librándose de esas campañas de persecución que libra el demonio y el periodismo en contra de los abnegados servidores como usted.

No importa si la falta incluye matar a la mamá, liberar la vejiga o el intestino en las sesiones del cabildo o en el cambio de mando institucional del ejército, o una falta menor como quedarse sin culpa con algunos millones de los contribuyentes o presentarse inhabilitado al cargo de contralor de un Municipio cuyo nombre empieza por I y termina en E siguiendo las instrucciones de un Exsenador que ahora está enfermito.

La clave del asunto como dice el porro de Alex Tobar “ya lo voy a decir, ya lo voy a decir, y es:
(i) Consígase un abogado, de preferencia especializado, magister o doctor.

(ii) Páguele un concepto para que en tono docto y rimbombante certifique en un concepto que eso de matar a la madre no es delito, que las inhabilidades son cosa del derecho medieval caído en desuso, que robarse la plata del erario no es cosa de ladrones sino una política de estado o cualquier otro desmadre que avale la bestialidad que usted acaba de hacer.

(iii) Le prometo bajo la gravedad de juramento, que si usted señor funcionario se defiende aportando esa pieza meritoria demostrativa de la inteligencia humana rubricada por un profesional del Derecho, el Procurador Departamental del Tolima lo exonerará de toda responsabilidad como ya lo hizo con el Ex contralor de Ibagué, pese a que su elección fue anulada por el Tribunal Contencioso Administrativo del Tolima, Confirmada por el Consejo de Estado incluso suspendida desde el primer momento por haber violado de manera flagrante el régimen de inhabilidades y la Constitución Política.

Y lo mejor amigas y amigos todos es que el curso que acabo de impartir es gratis.

Visítenos en www.wilsonleal.com y les deseo que tengan muy buenos días.