La designación del Senador Miguel Ángel Barreto como vocero de la bancada del partido conservador en la cámara alta del congreso de la república, para el período legislativo recién iniciado, tiene unas implicaciones que vale la pena analizar. Primero lo obvio; el Senador Barreto es el lazo mas evidente de los gobiernos local y regional con el orden nacional; en segundo lugar, el reto de mayor magnitud en los períodos constitucionales de Alcalde y Gobernador se trastocó como efecto del COVID y va a terminar siendo indefectiblemente la reactivación económica y la recuperación del empleo. La tasa de desempleo en la ciudad de Ibagué se aproxima al 40 % algo nunca imaginado por el mas pesimista de los tolimenses. Lo propio tiene que estar ocurriendo en lo departamental en donde de la mano de alcaldes que lideran erráticamente los municipios no COVID o con baja afectación, mantienen cerrados inexplicablemente todos los negocios locales; destruyendo el tejido económico a pasos agigantados. De tiempo atrás el Senador Barreto venía proponiendo la inclusión de la ciudad y el departamento, como Zona Económica y Social ZESE; ya que por una razón de técnica estadística, no clasificamos en el texto original de la Ley 1955 que estableció este beneficio a las regiones afectadas por altas tasas de desempleo. En el momento actual, el tratamiento tributario excepcional para atraer inversión al Tolima y de paso al Huila departamento con el que encabezamos la estadística del desempleo nacional, se vuelve asunto de vida o muerte y el esfuerzo que pueda realizar el vocero del partido conservador en el congreso será crucial, para salvar la papeleta de sus copartidarios en la gobernación y en la alcaldía, que saben que no hay forma de salir bien librados en el cuatrienio con los índices de empleo que venimos arrastrando. Visítenos en www.wilsonleal.com