Dejo a su consideración los siguientes hechos:
PRIMERO: En declaraciones a un medio de comunicación hace dos semanas, el Gobernador del Departamento manifestó que su gobierno estaría en condiciones de dotar el estadio de la ciudad de Ibagué de una pantalla gigante, dijo Barreto “lo único que espero es hablar con el alcalde de Ibagué, para que le dé el visto bueno y poder hacer la obra que contará con los recursos del gobierno departamental”.
SEGUNDO: Hace una semana, el Gobernador Barreto se despachó desde San Jerónimo en Casabianca así: “desde aquí les digo a unos grupitos chiquitos mediocres en vía de extinción, que desde aquí les estoy enseñando como se gobierna un departamento. Que dejen, de ser mediocres, que estudien, que se preparen, que dejen la pereza, el alcoholismo a un lado, y se dediquen a gobernar bien este departamento”.
TERCERO: Hace cuatro días, interrogado por los medios de comunicación el Alcalde de Ibagué acerca del ofrecimiento del Gobernador nuestro burgomaestre contestó “yo también puedo comprar la pantalla”.
Hasta aquí los hechos.
Dejo a su consideración señor oyente el siguiente análisis:
PRIMERO: Barreto nunca tuvo la intención de donar nada a la ciudad, porque sabía que el alcalde no lo aceptaría en medio de una campaña política que ya inició y en la que no lo pueden dejar sacar pecho.
SEGUNDO: Por si le quedaban dudas al Gobernador de que el Alcalde no aceptaría, decidió patear al hermano de Guillermo Alfonso o en el mejor de los casos a su partido, en un mensaje teledirigido en un tono inusualmente ácido con sus contradictores. Tono tan inusual que parece de Guillermo Alfonso y no de Barreto.
TERCERO: Los hechos que vivimos rememoran los primeros dos años de gobierno en los que Barreto ofrece obras que saben que no le van a copiar y Jaramillo cae en la trampa de atravesarse, comiéndose el cañazo proveniente del palacio del mango.
CUARTO: En el duelo de vanidades y estrategias de este par de próceres, la perdedora histórica es la ciudad que ha presenciado como se gobiernan -parafraseando a Barreto– “unos grupitos chiquitos mediocres en vía de extinción”.
Que propongo:
PRIMERO: Que el gobernador Barreto cobre venganza de esos grupos “chiquitos mediocres en vía de extinción” y le meta la plata que parece sobrarle, a una obra de la gobernación del Tolima y que la ciudad reclama, antes de que el teatro Tolima quede convertido definitivamente en un muladar. Continúenos – como usted dice en sus afilados discursos – enseñándo como se gobierna y recupere el Teatro Tolima.
SEGUNDO: Que el alcalde Jaramillo cobre venganza por su cuenta y nos desmienta haciéndonos saber que su amenaza de que “yo también puedo comprar la pantalla”, no es solo un acto de su característica bravuconada, sino una promesa seria y consistente.
TERCERO: Y propongo que los ibaguereños le demos la vuelta a la ecuación en la que nos tienen embolatados esos grupos “chiquitos mediocres en vía de extinción”, que hasta ahora ha sido utilizada para sacarle el cuerpo a la inversión pública y los ponemos a dar resultados.
¿Dígame que le parece?